Hoy quiero hablar de una tendencia de productividad que algunos youtubers y personalidades promueven: despertar a horas súper tempranas te permite una mayor productividad. Quizás algún amigo en tus redes sociales habrá publicado algún artículo, o fotografía de las 4 de la mañana.
Hace poco Casey Neistat entrevistó en su vlog a Jocko Willink, un ex SEAL muy afamado y autor de múltiples libros habla sobre esto de levantarse súper temprano y contempla que el poderse despertar a esa hora del día es la primera victoria del día, muestra tu determinación y te llena de vigor para afrontas las próximas batallas del día.
Despertarse temprano no es problema, y no tiene absolutamente nada de malo, te va a brindar una ventana de tiempo muy productiva, donde no hay gente escribiendo mensajes, mucho silencio que te permitirán concentrarte y enfocar tu energía en las actividades que quieras.
Quizás la gente vea todos estos estímulos de los medios por madrugar y se sienta presionada por aplicarlos. Pero en mi opinión personal implementar esta rutina de despertar es una batalla perdida si no la llevamos las horas anteriores del día con una planificación.
Es "fácil" acostumbrarse a ver netflix hasta la 1 am y levantarse en la madrugada, pero ¿hay algún beneficio en hacerlo y mantenerte despierto con cafeína y casi que colapsar a mitad de día? Ahí el panorama cambia.
Menos del 2.5 por ciento de la población puede dormir menos de 7 horas diarias. Esto sería uno en 40. Así que eso de poder dormir muy poco y no afectar tu rendimiento es un mito.
Garantizar nuestras horas de sueño resulta más beneficioso y retador que despertarse a las 4 am. Primeramente tendremos que buscar organizar nuestro horario de vida para poder adaptarlo. Los padres quizás puedan organizarse para llevar a dormir a los niños más temprano, enseñando a mejorar el sueño. Durmiendo más temprano nos evitamos esos antojos por comer algo que pega en altas horas de noche.
Hábitos que perduren.
Si queremos mejorar nuestra productividad, debemos procurar incorporar hábitos que puedan mantenerse en el transcurrir del tiempo, que nos sean agradables y que no nos destruyan. Este mismo consejo puede llevarse a las dietas: uno puede dejar de comer mucho por poco tiempo, pero este hábito no es sostenible a largo plazo, (inclusive puede privar a nuestro cuerpo de recibir nutrientes importantes) por lo que los beneficios del sacrificio se perderán. Esto mismo lo podemos implementar en nuestro tiempo. Si queremos sacar más provecho del tiempo, podemos intentarlo sin necesidad de madrugar: Podemos implementar la técnica del pomodoro y aprender a concentrar nuestra atención por el intervalo del tiempo.
Algunas personas súper ocupadas han logrado concentrar pequeños intervalos de un día en específico para estudiar algún curso, 30 minutos luego del almuerzo. Quizás para gente como Casey Neistat, o Jocko Willnick el método de despertarse a las 4 am le brinda resultados. Pero eso funciona en sus actividades diarias y la usan. Pero la productividad no está en despertarse a las 4 AM. La clave está en apropiarnos de cualquier tipo de método de productividad, adaptándolo a nuestras necesidades diarias (siempre considerando que no impacte negativamente en nuestras vidas), optimizando su rendimiento de manera perdurable en el tiempo y mantener el hábito semana tras semana, mes tras mes, para que todo esto ofrezca beneficios.
Culmino con esta cita de "Manage Your Day-to-Day: Build Your Routine, Find Your Focus, and Sharpen Your Creative Mind (The 99U Book Series)"
In a world filled with distraction, attention is our competitive advantage. Look at each day as a challenge—and an opportunity—to keep your eye on the prize.